La nueva era ha empezado desequilibrada. Velgar sigue hablando con los genios más grandes de la historia de la humanidad, que siguen manifestándose a través de Sangara y contándoles sus secretos; hasta que las cosas se complican y una lucha tremenda se entabla entre Sangara y su profesor de pintura, arrastrando a Velgar en la misma espiral… El juego está abierto, y ya no hay marcha atrás.